Nuestro Dios se hizo pueblo

En medio de la noche, 
noche oscura, noche larga, 
que mi pueblo soportaba, 
y en silencio como un niño, 
su esperanza alimentaba. 

De pronto en esa noche, 
como luces prendidas, 
mi pueblo se encendía, 
y este niño que esperaba 
sus manitos levantaba. 

Algo nuevo está naciendo 
y en mi pueblo está latiendo. 
Algo nuevo está naciendo,
con nosotros va subiendo. 
Algo nuevo está naciendo 
con los pobres va creciendo. 

El yugo que soportaba, 
las cadenas que llevaba, 
los barrotes que apretaban, 
se fundieron con el fuego 
que quemaba en sus entrañas. 

Si en medio de las calles 
mucha sangre está corriendo, 
nuevos surcos van abriendo; 
y aunque un hombre está muriendo 
muchos niños van naciendo. 

Con dolor van sembrando 
los que luchan por ser libres, 
los que aman, los humildes; 
muy contentos volverán a cosechar 
lo que han sudado. 

Algo nuevo está naciendo 
y con fuerza está creciendo 
en el seno de mi pueblo; 
algo nuevo está naciendo: 
nuestro Dios se hizo pueblo

Está cerca

Nos acercamos al momento más esperado de este tiempo, el nacimiento de Nuestro Salvador.
Jesús, el Dios con nosotros, que se hace hombre en nuestra historia, y con ello la Ternura y la Alegría de Dios queda manifestada para siempre.

María, la madre Inmaculada

Toda hermosa eres, María, desde tu primer instante.


En este día, la Iglesia nos convoca para celebrar a María, Purísima desde su concepción.
El Señor la ha preservado de la mancha de pecado para que fuese la Madre de su Hijo. Sin quitarle el valor al fiat de María, el mismo Dios la preparó para ser la Madre de Dios.


María es el modelo de la humanidad salvada desde el principio de la creación, ella que no pierde la imagen y semejanza de su Creador ha sido capaz de conservarse sin pecado, y ser glorificada por la Trinidad por su fidelidad a la voluntad amorosa de Dios.


Hoy la humanidad canta fervorosamente el "Tota Pulchra es María", pidiendo al Padre de las misericordias que por la intecesión de esa Madre Inmaculada, lleguemos al final de nuestro caminar por este mundo, límpios de toda culpa.

¡Ven Jesús! Te esperamos

Iniciamos el Adviento,  tiempo de preparación para celebrar con alegría y esperanza la acción amorosa de Dios en nuestra historia: el misterio de la Encarnación, nuestro Dios que ha puesto su morada entre nosotros.

Esperamos al Señor que se acerca.
Nos preparamos para celebrar el cumplimiento de la promesa del Padre, que envía a su Hijo, hecho Hombre en nuestro tiempo y en  nuestra historia. Contemplando al Niño pobre, hijo de la Virgen Pobre, que ha nacido en el pesebre de Belén, donde se  manifiesta la ternura de Dios.

Este tiempo es propicio para fijar nuestra mirada en el Señor que llega en cada uno de sus pequeños hermanos. Jesús se acerca a nosotros en el Otro, se manifiesta en el rostro del prójimo.

Jesús viene a nosotros en todos los acontecimientos de nuestra historia, se hace presente en la liturgia, en la oración, en la comunidad, en los sacramentos.

Es momento de tomar la actitud de los primeros cristianos, que no veían lejano el retorno de Jesús, con alegría y esperanza en el corazón, con una conversión profunda . Para nosotros es tiempo de prepararnos para la segunda venida de nuestro hermano, el Dios-con-nosotros, Jesús.

Adviento, tiempo de preparación para la venida Histórica, Mística y Escatológica de Nuestro Salvador.

De nuevo a clases

Luego de un tiempo de estar separado de las aulas como alumno, en esta semana vuelvo a tener la experiencia de recibir clases.




Muy temprano, al inicio de la semana, me presento para conocer el nuevo centro de estudios que frecuentaré.El Seminario Mayor de la Arquidiócesis de Méridad, Venezuela, tenía sus puertas abiertas de par en par, siendo testigo mudo del ingreso de los jóvenes que se preparan para el sacerdocio.



El nombre del Seminario llama mi atención: "San Buenaventura", un gran teólogo y filósofo franciscano,  "que recuerda, entre otras cosas, que toda la naturaleza tiene la huella de su hacedor".




Un elemento fundamental es el conocer a mis nuevos compañero de clase, hombres llenos de ilusiones y esperanzas, muy inteligentes y nobles; quiénes me recibieron afectuosamente y de los que he recibido mucha ayuda para poder ubicarme, ya que las clases han iniciado hace un mes. Esto me indica que debo poner más empeño.